Oporto y Barcelona; y posteriormente como primer entrenador del SL Benfica, durante un periodo corto en la temporada 2000 – 01 y el UD Leiria, antes de volver a ...
Valerón de cabeza a los 34 y Luque con una definición sensacional con su pierna zurda a los 44 agregaron sus nombres a la cuenta y con un 3 a 0 la llave se igualaba antes del cierre del primer tiempo. F. C. Oporto 2003 – 04 escribió nuevamente su nombre con letras doradas en la orejona. Entretanto, los dirigidos por Mourinho continuaban liderando la Liga Portuguesa y mantendrían su dominio hasta llevarse nuevamente el trofeo al final de la temporada. De tal forma, al minuto 71, Deco finalizó un contragolpe exquisito con su pierna izquierda, que efectúo un remate bajo y potente que parecía sellar el marcador del compromiso, al que se Alénichev agregó otro gol 5 minutos más tarde tras un mano a mano en el que venció a Roma con un potente disparo que sentenciaba definitivamente la final y a su vez, la edición de la UEFA Champions League de esa temporada, que se pintó de azul y blanco por segunda vez en la historia. Desenfrenados al ataque, pero sin dar con el arco de Vitor Baía, se lanzaron los jugadores del Deportivo nuevamente con un hombre menos, tras la expulsión del marroquí Naybet a 30 del final, de modo que el Porto confirmaba su presencia en la final de la UEFA Champions League 2003 – 04. El superdepor, más fortalecido que nunca, encontró en la segunda parte en una volea de Fran que desviaba un defensor rossonero el gol con el que por primera vez en su historia alcanzaban una semifinal de la Copa de Europa, en la que se enfrentarían con el Oporto. Portugueses y españoles protagonizaron un duelo igualado que contó con pocas emociones en la ida de las semifinales, en el que se exaltaron las capacidades defensivas de ambas escuadras; un remate al travesaño de Maniche en el minuto 67 y la curiosa expulsión de Andrade sobre el final por dar una patada amistosa a su ex-compañero Deco, fueron las únicas acciones llamativas del cotejo que se trasladaba en búsqueda de un finalista a Riazor. Finalmente, Riazor, la casa del Deportivo de la Coruña, vivió uno de los desenlaces más electrizantes de la historia de la UEFA Champions League, cuando los gallegos recibieron al Milan con un resultado de 4 a 1 en contra, del que se repusieron con la participación de Walter Pandiani, quien había sido el único anotador blanquiazul en la ida en San Siro y que daba lugar al sueño con un tanto a los cinco minutos de juego. Sin mayores contratiempos, el Porto consiguió su pase para las semifinales al vencer al Lyon 2 a 0 con tantos de Deco y Carvalho en el primer juego, que los hacía valerse de un empate a dos en el Stade Gerland para asegurarse como uno de los cuatro mejores equipos de Europa de la temporada. Para el 9 de marzo de 2004, el Porto llegaba a Old Trafford con una diferencia a su favor correspondiente a un gol, que se contrarrestó antes de finalizar el primer tiempo gracias a un remate de cabeza de Paul Scholes con el que se empataba el resultado global del encuentro; sin embargo, aventajaba a los mancunianos por el gol en condición de visitante con el que avanzaban de fase. Los primeros compromisos de los portugueses en el grupo F resultaron en dos tropiezos en Belgrado, en lo que fue un empate a un tanto frente al Partizán, y en casa, donde fueron derrotados por el Real Madrid tres goles a uno, de los que se tuvieron que rehacer ante el Olympique de Marsella de Didier Drogba en la tercera jornada, al que se impuso en condición de visitantes por 3 a 2 con los goles de Derlei, Maniche y Alénichev. El 9 de diciembre de 2003 finalizó la ronda de grupos en el Santiago Bernabéu igualando a uno con el Real Madrid, que se adelantó a los nueve minutos por obra de Santiago Solari hasta que el penal ejecutado por Derlei al cierre del primer tiempo decretó las tablas y posicionó al Porto en la segunda casilla, que los haría enfrentarse al Manchester United en los octavos de final, cuando la competencia retornara en febrero del siguiente año.