Billy Idol

La estrella del rock punk Billy Idol se dejó ver en Lima con “The Roadside Tour 2022″, un show con los temas de siempre y unos pocos nuevos.

El show se va acercando a su fin, terminará marcando 90 minutos, pero no sin antes presentar la canción que justificó asistir al show: “Rebel Yell”, donde la emoción de la alcanzó un pico. Luego siguió “Born to Lose”, el cover de The Heartbreakers que el ídolo hizo suyo, y finalmente el cierre con uno de los temas que le forjaron la carrera: “White Wedding”. El sonido del cantante se mantiene casi intacto a tres décadas de su salto a la fama, pero no tanto como su mueca que combina placer con desprecio y que el artista convirtió en un sello. No es lo que dice la lectura más evidente, de que es una oda a la masturbación; aunque en un momento, cuando Billy se toca la entrepierna, parece confirmar la leyenda. No quisiera estar entre las pobres almas que, en caso de necesitar una evacuación por desastre natural, se encuentren allí, a menos que se habiliten más salidas. El mismo efecto se replicaría más adelante en el show con “Running from the Ghost”, un tema aún no editado, exclusivo todavía de los shows en vivo; melódico, melancólico. Otro clásico, el “Eyes Without a Face”, y después el “One Hundred Punks”, de cuando Billy era de Generation X. Que alguien se lo diga a los que entraron al show con un palito de selfie para grabar. Con “Aún me tienes” el asunto se repite, lo mismo con “Sol”, “A tu lado”, “Mi perdición” e incluso con “Comenzar de nuevo”; tema del vocalista en su etapa en solitario. No atribuyo la frialdad del público para Zen a un tema de calidad, ni de edad de la audiencia. Que en su juventud se negara a una educación clásica no significa que Billy Idol no sea un caballero británico. Él dice que se inspiró junto a su colega Tony James en los jóvenes que vio en una discoteca de Tokio (Japón), gente que bailaba sin pareja en un local lleno de espejos.