España se sitúa como el país europeo con mayor prevalencia de problemas de salud mental entre niños y adolescentes, según Unicef.
[la salud mental](https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-08-06/la-salud-mental-un-asunto-ni-biologico-ni-social-sino-todo-lo-contrario.html) no las alcanzaremos haciendo la actividad física más antidepresiva, sino promocionando la actividad física y consiguiendo que accedan a ella los niños y jóvenes con problemas de salud mental. [ENFÓRMATE](https://elpais.com/salud-y-bienestar/enformate/) es el espacio de EL PAÍS SALUD donde hablaremos de aquellos aspectos relacionados con la actividad física, el deporte y la salud física y mental. en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte e investigadora del Grupo GENUD. En esta situación a nivel nacional, nos resulta difícil pensar que los niños y adolescentes con síntomas depresivos o con depresión diagnosticada se están beneficiando actualmente de la actividad física, ya que tienen numerosas barreras para participar en programas de actividad física. Los autores encontraron una asociación de moderada a grande entre la disminución de los síntomas depresivos y las intervenciones con actividad física en el caso de adolescentes y jóvenes con depresión diagnosticada. Se necesitan más investigaciones para explicar estos hallazgos y establecer parámetros óptimos de actividad física para el tratamiento de los síntomas depresivos, ya que existen controversia si más actividad física no tiene por qué traducirse en mayores mejoras. Los autores, a la vez que afirman que diversos programas de actividad física (nadar, correr, bailar, actividades deportivas, clase de educación física…) pueden reducir la sintomatología de la depresión, también reconocen que se necesita seguir investigando para definir bien la dosis de ejercicio necesaria (duración, frecuencia, intensidad, modo) y conocer los mecanismos subyacentes tras las propiedades antidepresivas del ejercicio físico. También se han formulado hipótesis psicosociales y conductuales, según las cuales la actividad física puede conducir a mejoras en la autopercepción, las interacciones sociales y la confianza en uno mismo. Además, la actividad física es generalmente más segura y más accesible que otros tratamientos clínicos para la depresión. Las intervenciones con actividad física se han demostrado efectivas para reducir los síntomas depresivos en adultos y han sido incluidas en guías internacionales como un tratamiento oficial en esas edades. Sin embargo, entre el 10 y el 20% de todos los niños del mundo experimentan algún problema relacionado con la salud mental y casi la mitad de ellos los desarrolla antes de los 14 años. Por eso es urgente explorar nuevos tratamientos que sean seguros y fáciles de implementar en la vida diaria de niños y adolescentes con depresión.